viernes, 26 de octubre de 2012

Zen en el arte de escribir

Y volvemos "a la carga". Me faltan muuuuchos libros por reseñar que he leído últimamente, sin embargo tuve una buena "racha" y preferí darle prioridad a leer en lugar de escribir aquí.

Pero ya entrando un poco en materia, hace poco terminé de leer este interesante libro acerca de "técnicas" de escritura, formas de avivar la creatividad el cual resulta que además es un poco de autobiográfico de Ray Bradbury. ¡Se nota que a Ray Bradbury le gustaba muchísimo su trabajo!.

Este libro es la agrupación de escritos "desconectados" que finalmente fueron reunidos en un solo título  ya que iban sobre la misma línea: compartir los secretos de escritura de Ray Bradbury.

El primer libro que leí de este autor fue "Fahrenheit 451" y desde entonces lo mantuve en mi mente como uno de los grandes maestros no solo por su capacidad narrativa sino por el tema en si mismo. ¿Pero de dónde salen esas ideas?, ¿de repente el escritor se levanta y tiene toda la novela en la mente?, ¿y que tal si quiero escritor pero "mi cabeza no da para mucho"?.

Uff, tema harto complicado y este corto libro nos da unos cuantos consejos:
  • El primero de ellos y éste es uno que he visto ya en muchos lados y que yo siempre resumo como: "a escribir se aprende escribiendo". Ray Bradbury comenta que nuestra meta debería ser escribir diariamente unas 1000 palabras. Él se refería a cuentos, novelas, etc, supongo que en el caso de los poemas podrían ser menos. El tema aquí es escribir a diario, hacer de ello una costumbre. en algunos otros libros de éste tópico dicen lo mismo, vaya, incluso ese borrachote de Charles Bukowski (y no lo digo de forma despectiva ya que sus escritos me gustan bastante) lo dice en su poema "Como ser un gran escritor": ""agarra una buena máquina de escribir / y mientras los pasos van y vienen / más allá de tu ventana / dale duro a esa cosa, /dale duro. haz de eso una pelea de peso pesado."
  • Lee mucho: muchos otros como Stephen King opinan lo mismo. Y esque nunca sabes de donde va a venir la inspiración, tal vez un final diferente a esa historia, algún sentimiento bueno o desagradable que tengas a raíz de ello, o simplemente porque quieres conocer otros estilos. Ray Bradbury leía de todo, comenta que hay que leer no solo lo que te gusta, sino también lo que no te gusta ya que de allí puedes aprender que es lo que no quieres o no debes hacer y aún sin embargo puede ser que encuentres algo interesante entre eso que no te gusta. No se trata de perder el tiempo leyendo la lista de contenidos del shampoo sino más bien de no tener prejuicios.
  • "Vive" mucho: no lo dice directamente de esta forma aunque eso es lo que yo entiendo de sus palabras. El autor nos comenta que muchos de sus escritos contienen retazos de sus vivencias, situaciones ordinarias y extraordinarias que sirvieron de semilla a lo que posteriormente sería un cuento. 
  • Mr. Bradbury comenta que en cierta ocasión se vio en la necesidad de recortar un escrito en varias ocasiones, veinte páginas, luego otras diez y luego otras más, al final estuvo muy contento con el resultado. De cualquier manera, la revisión de lo escrito formaba parte de su proceso ya que comenta que los lunes escribía un cuento, el martes lo revisaba y modificaba por primera vez, el miércoles la segunda y así hasta el día viernes que era cuando lo revisaba por última vez para enviarlo el sábado a las revistas a ver quien se interesaba. Lo anterior es algo que noté durante mis estudios de maestría: para "refinar" un trabajo a presentar primero escribía todo lo que quería acerca del tema y a continuación me fijaba una meta: quitarle una o dos hojas a un escrito de diez. En ocasiones eliminaba párrafos completos que eran redundantes o que podían ser resumidos en un par de líneas y otras veces simplemente cambiaba la redacción, buscaba palabras más cortas, sinónimos a lo ya escrito que a mi entender fueran más precisos y siempre resultó que me gustaba más la segunda versión.
  •  Una manera de obtener "ideas" de escritura que tenía Ray Bradbury era escribir listas de sustantivos que le sirvieran de semilla de historia al inconsciente. A este respecto, también he encontrado listas de palabras, temas o preguntas que nos pueden servir de base. Por ejemplo el "Creative writer's kit" contiene varias tarjetas acerca del arte de escribir así como un libro con 365 tópicos para utilizar uno cada día (bastante bueno, me gustó mucho y lo recomiendo aunque yo personalmente le he sacado poco provecho por no darme el tiempo para practicar). Y ya entrados en recomendaciones para obtener ideas, también me han gustado las 1300 preguntas que Andrés Roemer escribe en su libro "Entre lo público y lo privado" que se supone nos ayuden a "pensar sobre pensar" y que ¿porqué no?, podrían servirnos para que alguno de nuestros personajes nos cuente qué opina de un tema particular, cómo lo vivió, etc.
A continuación viene un listado de frases que subrayé durante mi lectura, no es un resumen del libro sino simplemente algunas cosas que quiero conservar "frescas" por más tiempo:
  •  ¿y qué se aprende escribiendo? ... uno recuerda que está vivo.
  • Si no escribiese todos los días, uno acumularía veneno y empezaría a morir o desquiciarse o las dos cosas.
  • ¿cuánto hace que no se atreve a liberar un bien conservado prejuicio para que sacuda la página como un rayo?
  • ¿no sería fabuloso, por ejemplo, tirar al suelo un ejemplar de Harper's Bazaar que ha estado ojeando ..., saltar a la máquina de escribir y desbocarse en carcajadas rabiosas contra ese esnobismo tonto y a veces vergonzante? ... Eso mismo hice yo hace unos años.
  • Busque un personaje como usted que quiera algo o no quiera algo con toda el alma. Dele instrucciones de carrera. Suelte el disparo. Luego sígalo tan rápido como pueda.
  • Para cortar y reescribir ya habrá tiempo mañana. Hoy, !estalle, hágase pedazos, desintégrese!.
  • ¿Absurdo?, tal vez. Pero hay ideas en cualquier lugar.
  • En la rapidez está la verdad. Cuanto más pronto se suelte uno, cuanto más deprisa escriba, más sincero será.
  • ¿Cómo empezar a escribir algo nuevo, que dé miedo y aterrorice?. En general uno tropieza con al cosa.
  • A partir de los doce años escribí al menos mil palabras por día.
  • ... empecé a hacer listas de títulos... eran provocaciones, en última instancia, que hicieron aflorar mi mejor material... un título de la lista, LA VIEJA, se convirtió en dos historias.
  • .... si los dejaba salirse con la suya, es decir con sus propias fantasías y miedos, mis personajes harían por mi el trabajo.
  • Mi cuento "vendrán lluvias suaves" se basa en el poema así titulado de Sara Teasdale.
  • ¿Qué más conviene a nuestra dieta?. Libros de ensayo.
  • Lea también a los que no piensan como usted ni escriben como le gustaría.
  • La Musa debe tener forma. Escribirá usted mil palabras al día durante diez o viente años a fin de modelarla, aprendiendo gramática y el arte de la composición hasta que se incorporen al inconsciente sin frenar ni distorsionar la musa.
  • ¿Quienes son sus amigos?, ¿Creen en usted? ¿O le atrofian el crecimiento a fuerza de ridículo e incredulidad?. Si éste es el caso, usted no tiene amigos. Vaya a encontrar alguno.
  • Y decidí hacerme escritor. Y entre la decisión y la realidad hubo ocho años de escuela y colegio, y de vender periódicos en una esquina de Los Angeles, mientras escribía tres millones de palabras.
  • Desde aquella vez nunca le he prestado atención a nadie que criticara mi gusto por los viajes espaciales, las barracas de feria o los gorilas. Cuando esto ocurre, meto mis dinosaurios en el bolso y me voy de la habitación.
  • Yo los sigo (-a sus personajes-), tecleando como un loco, sin saber qué va a pasar.
  • Nunca pasamos nada por alto. Somos copas que se llenan constantemente, silenciosamente. El truco consiste en saber volcarse para que la belleza se derrame.
  • A los diecisiete años veía hasta doce o catorce películas por semana. Diablos, es un montón de películas.
  • ... una mala película se hace evidente enseguida, y por eso puede enseñar mas...
  • Llegará un día en sus personajes les escribirán los cuentos.
  • Tenemos el arte para que la verdad no nos mate.
Ya para el final del libro vemos que según Ray Bradbury el "Zen en el arte de escribir" (artículo escrito en 1982) se resume en: Trabajo, Relajación, ¡No pensar!

Como apunte personal comento que al escribir (poemas, cuentos cortos, etc), tenía la creencia de que el escrito debía salir impoluto a la primera y durante un buen tiempo me causaba mucho desasosiego el cambiar palabras o reescribir partes (ya no digamos quitar algo). Sin embargo, con el tiempo, al releer algunos de mis escritos me daba cuenta que al cambiar alguna palabra la estrofa era más "musical" o la rima sonaba mejor, el ritmo de lectura se mantenía constante y por lo tanto era más cómodo, o simplemente expresaba mejor lo que quería decir. Y así es como fui aprendiendo a encontrarle el gusto a revisar, reescribir y retocar mis escritos al punto de que ahora no los considero acabados si no han pasado una temporadita en el cajón y los he revisado, ampliado, recortado o retocado un par de veces.

Me gustaría ver dentro de unos años (o antes de ser posible) que estos consejos de escritura surtieron efecto en mí y que he mejorado en mi hobby. Finalmente he encontrado que un rato de lectura diaria me mantiene "en balance" conmigo mismo, como si hubiera vivido más al reflexionar sobre las acciones de los personajes y parece que poco a poco me entran más ganas de escribir y me da aliento el saber que por lo menos una parte de esta actividad se aprende practicándola sin tener que criticar (por lo menos en principio) si fue "bueno" o "malo" el resultado.

Como ya se han de imaginar a estas alturas, este es un libro que hay que leer si se está interesado en convertirse en escritor.

¡Un saludo!

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